Para la extinción de un incendio forestal, podríamos decir básicamente, que sería necesaria la destrucción del llamado triángulo del fuego, formado por tres factores:
El combustible, el comburente u oxígeno y la energía de activación, en definitiva el calor existente.
La interacción de estos tres factores en proporciones adecuadas generan fuego. Todo ello hace intuir que con la eliminación de uno de ellos podemos prevenir o extinguir un incendio.
El calor como factor descrito, puede suprimirse gracias a compuestos intrínsecos en los agentes de extinción, como pueden ser polvos, gases o mediante el propio empleo de agua.
Otro de los factores descritos, es el propio combustible ya que la existencia del mismo permite la permanencia del incendio. Un método bastante efectivo para disminuir este factor es mediante la reducción de la carga de material forestal, con la creación de cortafuegos, incendios controlados, etc, lo cual reduce las posibilidades de que éste pueda incendiarse y por ende propagar el incendio a otras zonas.

También otro método usado con frecuencia y complementario al anterior es el uso de componentes que impiden o dificultan el acceso del fuego al propio combustible, destacándose la aplicación de productos retardantes de la combustión sobre el propio combustible potencial.
El otro factor que cierra el triángulo del fuego es el oxígeno, el cual sin él el fuego no puede iniciarse o propagarse. La eliminación total de este es imposible aunque se suele atacar a una escala mucho menor mediante dos procedimientos:
- Recubriendo el combustible: lanzando tierra con pala, uso de extintores, etc.
- Golpeando el combustible: batefuegos, ramas, etc.

Herramientas de protección contra incendios forestales
Niveles de gravedad de los incendios forestales
Nivel 0: Son inicios de incendios los cuales no presentan peligro para bienes o personas y se pueden controlar con medios inmediatos. (véase el apartado extintores)
Nivel 1: Se necesitan más de 12 horas para poder ser controlados, peligran masas forestales de más de 30 ha o impacto ambiental pasajero o permanente.
Nivel 2: Situaciones graves de riesgo de personas y bienes, cortes en carreteras, ferrocarriles, líneas eléctricas o simultaneidad de incendios de nivel 1.
Nivel 3: Situaciones de emergencia declaradas de interés nacional.
Estrategias de ataque
Ataque directo
El ataque directo a un incendio o fuego consiste en atacar el fuego en el borde o base del mismo. El ataque sobre las llamas se hará con herramientas de sofocación (batefuegos principalmente), con palas echando arena sobre las llamas, mochilas de agua (muy poco prácticas, ya que solo traen 16 litros y cuando se acaba el operario queda totalmente inutilizado), y con agua a través de las puntas de lanza de las mangueras o medios aéreos.



Este método de trabajo es menos seguro que el indirecto pero se tiene la ventaja que se quema menos monte. Si se tiene agua suficiente y buenos accesos es el mejor, pero si se acaba el suministro de agua el personal que esté trabajando en primera línea se encontrará con una desagradable sorpresa. Las herramientas de sofocación se utilizaran si la longitud de las llamas lo permiten.

Esta estrategia se acompaña con el vertido sobre las llamas de grandes cantidades de agua, a la que a menudo se le añaden una serie de aditivos retardantes de la combustión que dificultan la propagación de las mismas. Hay veces que se les añaden aditivos como fertilizantes con la intención de facilitar la regeneración de la zona contrarrestándose así la incipiente erosión.
Ataque indirecto
Consiste en realizar una línea de defensa a una distancia de seguridad en un lugar con ventaja estratégica para ser realizado (por ejemplo: cambio de pendiente o vegetación). Esta distancia será la suficiente para trabajar con total seguridad con las herramientas manuales de corte y raspado (azadones, hachas, etc.) y con motosierras. En este método de trabajo lo más habitual es hacer una línea de defensa lo suficientemente ancha para que el fuego no consiga traspasarla.


Ataque paralelo
Parecido al ataque indirecto, en que se realiza a una distancia de seguridad del incendio. Para determinar esta distancia solo se tiene en cuenta el tiempo necesario para realizar los trabajos y no que el medio sea apropiado. Es decir, que el medio es homogéneo. Se suele usar líneas de defensa reforzadas con quemas de ensanche.
